“Connecting people” fue el eslogan utilizado por una marca de fabricantes de móviles (Nokia) a mediados de los 90’, cuando la nueva tecnología móvil empezaba a cocerse en las sociedades medio-altas avanzadas. Fue el eslogan que más se le parece a lo que vivimos en la actualidad respecto a las tecnologías que nos permiten comunicarnos, y sobre todo, interactuar.
A medida que han ido pasando los años y sucumbiendo estas dos décadas, nos hemos convertido en una sociedad dependiente de las nuevas formas de comunicación que han surgido, donde el auge y el mayor peso se vive en Smartphones y en ordenadores a través de Internet. Hemos pasado a poder estar informados, entretenernos y realizar un montón de operaciones simplemente conectándonos a la red.
Antes necesitábamos periódicos, o televisiones, o teléfonos (no Smartphones) para realizar diferentes actividades que actualmente lo podemos realizar a través de un ordenador, una tableta o un móvil inteligente.
Sin embargo, lo que más progreso ha creado dentro de estas nuevas tecnologías son las Redes Sociales. Estas plataformas en la red han logrado que podamos estar informados, visualizar imágenes, reproducir vídeos y un sinfín de actividades, pero la característica más importante de estas redes es la capacidad de poder compartirlo todo.
Las redes sociales más conocidas en el mundo son Twitter y Facebook, donde cada año crecen en progresión geométrica sus usuarios. Existen otras de menos tamaño pero que también están incrementando el registro de usuarios como Instagram, Linkedin y un largo etcétera.
Al igual que un Smartphone permite lo que sería juntar una cámara, un teléfono móvil, una radio, o reproductor de música en un solo aparato; las redes sociales en Internet han conseguido unificar la posibilidad de compartir lo que se quiera.
Esto ha dado paso a que, en Internet exista lo que yo llamo una interacción total. Descomunal. Cualquier usuario puede compartir lo que desee con otro usuario simplemente si este se lo permite. Además, las nuevas plataformas red, han dado un paso más con Twitter y Faccebook que por ejemplo Tuenti no tenía, y es interactuar con quien desees sin la necesidad de tener que compartir todo.
Me explico. El caso práctico en el que vemos este fenómeno es con los famosos. Los fans de estas personas pueden “seguirles” (puede ocurrir con cualquier persona), y éstos comparten información con sus fans. Sin embargo, no existe retro-actividad entre los fans y los famosos siempre, pero sí existe la posibilidad de que exista.
Cuando alguien comparte algo en su perfil de una determinada red social, es posible que quien quiera pueda interactuar con esa información compartiéndola, o contestando a esa persona. Ya no es necesario esperar a una entrevista en los medios de comunicación para disfrutar de una conexión entre estos fans y ese personaje idolatrado.
Se puede decir que el papel fundamental de las redes sociales ha sido facilitar la comunicación. Una comunicación multimedia donde es posible acercarnos a todos y disfrutar de determinados contenidos de la Web juntos. Y comentarlo. Es evolución.
Sin embargo, no todo es rosa. Esta forma de interacción total no siempre es buena. Como en todos los aspectos de la vida, existen personas que no utilizan estas facilidades con una motivación ética correcta. Al igual que sirve para preguntar, admirar e interactuar con quien desees de forma fácil, también permite el acceso a quienes pretenden insultar y amenazar a quien se desee que esté registrado en esas redes sociales. Actualmente existen dificultades para dar con las personas que realizan un uso incorrecto de estas redes debido a la capacidad de anonimato dentro de ellas, sin embargo se está trabajando para pulir ese fallo.
Pero la realidad es que no por una mala gota de lluvia se estropea un océano. Por lo que estamos viviendo un fenómeno de comunicación impresionante, que sin lugar a dudas seguirá evolucionando. Y deseamos que así siga. Facilitando y optimizando nuestro trabajo y entretenimiento.
Realizado por Miguel Martín
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